Ingredientes
3 cucharadas de harina
3 cucharadas de mantequilla
1 litro de leche
Nuez moscada
Sal y pimienta
1 lomo de bacalao
1 cebolla grande
Aceite de Oliva
Preparación:
La suavidad, la composición y el sabor crujiente es lo que da a las croquetas su toque. Cada caracterÃstica es importante.
Lo fundamental para la suavidad es hacer una buena bechamel, la base que decide si estas van a estar buenas o no.
Se pueden hacer con cualquier resto (como por ejemplo, la carne del cocido o restos de pollo), jamón picado, gambas, queso… las combinaciones son infinitas. En esta ocasión las haremos de bacalao.
Para ello ponemos bacalao a remojo durante 30 horas para quitarle la sal (si utilizas bacalao fresco no hace falta, aunque no te saldrán igual de sabor). Pasado este tiempo lo secamos y desmigamos.
Introducimos en una sartén dos cucharadas de aceite y cuando este caliente echamos 1 cebolla muy picada. La pasamos unos 10 minutos a fuego medio hasta que quede dorada y añadimos el bacalao desmigado. Rectificamos con sal y pimienta.
Removemos unos minutos y apartamos.
Mezclamos el relleno de las croquetas con la bechamel. En una fuente engrasada con mantequilla y espolvoreada con harina echamos la masa de croquetas y dejamos enfriar un dÃa en la nevera. Asà la masa tira más y se manipula mejor.
Si sois pocos en casa como es mi caso, puedes preparar la masa o las croquetas y congelarlas.
Para el empanado, cuando esté la masa frÃa, se les da forma con dos cucharas o con la mano. Las pasamos por huevo batido y luego por pan rallado. Dejamos una hora en la nevera y freimos en abundante aceite de oliva.
Y ya las tenéis, una de las tapas más famosas en cualquier lugar de España.
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